Tinieblas en Whitechapel: sesión 3
La sesión empieza en casa de Lady Ada, donde nuestros héroes han ido a descansar después de una intensa jornada y una más intensa noche. El grupo se despierta un poco antes del mediodía, con el aroma del café y los croissants recién hechos, gracias a Marie, la doncella de Lady Ada.
Con el nuevo día, el cansancio de la víspera y la Paradoja acumulada disipados, el grupo se lanza con mucho ánimo al ataque del copioso desayuno tardío. Y entre tartina de pan con mantequilla, croissant y en el caso del Capitán Hightower un par de tragos de la petaca, nuestros héroes comienzan a darse cuenta que hay más en esta historia de lo que habían pensado en un principio, y deciden ir a ver a Lord Haley et Sir Andrew Harrelson para intentar saber por qué no les habían contado todo.
Así que con el estómago lleno, los cuatro Magos montan en otro carruaje para volver al Eccentric Club con la esperanza de encontrar allí a sus mecenas.
Eccentric Club
A la entrada del club, nuestros héroes son recibidos por uno de los mayordomos que les conducen una vez más al Salón de Fumadores.
Salón de Fumadores del Eccentric Club
Lord Haley les recibe solo, según dice Sir Andrew no ha venido hoy a almorzar en el club, como es su costumbre. El Capitán Hightower y Stephane Dedalus deciden no andarse por las ramas y confrontan a Lord Thomas Haley con toda la información recuperada la víspera: los cuatro crímenes antes del de Mary Ann Nichols, el hecho de que todas las víctimas eran mujeres con un fuerte vínculo al mundo sobrenatural, la afirmación del príncipe Ivanovich de que lo que se estaba jugando era mucho más que una guerra entre Magos...
Lord Haley parece ausente mientras intentan explicarle todo eso, y cuando acaban parece un poco perdido y les indica que no acaba de entender lo que le han dicho. Todo intento posterior de exponer la situación se termina de la misma manera, como si la mente del anciano Mago Hermético rechazara de oficio la información. Un pequeño efecto de Mente confirma que Lord Haley tiene un enorme bloqueo mental que se activa en cuanto mencionan cualquier inconsistencia entre la historia que les contó la víspera y la realidad.
Lord Thomas Haley
Los cuatro Magos deciden que visto que Lord Haley no es receptivo, tienen que ir a buscar a Sir Andrew para ver si hay más suerte con él. Lord Haley les dice que supone que sir Andrew estará en su despacho, en los laboratorios de los Ingenieros Diferenciales, en el Colegio Imperial, y nuestros héroes parten del Eccentric Club sin ninguna respuesta y con mas preguntas que las que trajeron...
Colegio Imperial
El Colegio Imperial de Londres (o más formalmente, el Imperial College of Science, Technology and Medicine) es una institución recientemente formada por la fusión de el Real Colegio de Ciencia, la Real Escuela de Minas, y el City and Guilds College.
Real Escuela de Minas
Este en un pequeño anacronismo en la partida, en nuestro mundo el Imperial College no se fundó hasta 1910, después de una larga batalla política para que cada una de las instituciones aceptara esta fusión.
El Colegio Imperial es el corazón de la ciencia y la investigación en Reino Unido, y como tal, el centro operativo de la Orden de la Razón en el país.
El laboratorio principal de los Ingenieros Diferenciales se encuentra en el Real Colegio de Ciencia.
Real Colegio de Ciencia
Nuestros héroes llegan al Real Colegio de Ciencias tras un paseo a pie por South Kensintgon. En la entrada principal, echándole coraje al asunto, dicen a los dos guardias que vienen a ver a Sir Andrew, y unos minutos más tarde son conducidos a un ala lateral del Colegio, el laboratorio de los Ingenieros Diferenciales.
El laboratorio es una gran sala llena de máquinas extrañas, funcionando a base de vapor y electricidad. El humo, los chispazos y el clic-clac clic-clack de las máquinas contrastan con la multitud de jóvenes investigadores con batas blancas impolutas que se afanan a de tareas sin ningún sentido para los visitantes.
Sir Andrew Harrelson
El despacho de Sir Andrew se encuentra al fondo, y está tan lleno de cosas y desordenado como podría suponerse de un sabio excéntrico. Sin Andrew les recibe muy amablemente, pero rápidamente una sensación de déjà vu se apodera de nuestros héroes. En efecto, una vez más el Capitán Hightower y Stephane Dedalus deciden ser directos y cuentan a Sir Andrew toda la información recuperada la víspera. Y una vez más su interlocutor parece ausent y un poco perdido, y al acabar la conversación no se acuerda de nada. El mismo efecto de Mente confirma que, como con Lord Haley, algo bloquea la mente del sabio.
Cuando salen del despacho, bastante decepcionados, una joven científica entra rapidamente portando en la mano una pila de fichas de cartulina con extraños agujeritos rectangulares.
Fichas perforadas
Apenas unos minutos mas tarde, mientras los cuatro Magos observan el laboratorio, la joven sale llorando del despacho de Sir Andrew. Stephane Dedalus no duda en acercarse a ella, y mientras la intenta consolar, aprovecha para subtilizar las fichas perforadas y guardarlas en su bolsa.
La científica explica que el sábado de hace dos semanas, sir Andrew había pedido a todos sus científicos que se concentraran exclusivamente en una serie de tareas muy urgentes que les daba. El el caso de la joven, Mara Viensenn, tenía que analizar una serie de libros escritos en un lenguaje extraño con ayuda de una de las máquinas diferenciales del laboratorio.
Máquina diferencial
Y cuando después de una semana y media de trabajo va a presentarle los resultados, Sir Andrew se enfada con ella, la trata de incompetente y le dice que nunca ha pedido ese trabajo. Desde hace dos años que trabaja con el líder de los Ingenieros Diferenciales, es la primera vez que se porta desagradable con alguien.
Los otros científicos confirman las palabras de Mara, ellos también han sufrido la desagradable experiencia de presentar sur resultados a Sir Andrew y hacerse tratar de imbéciles por el sabio. Stephen consigue convencer a uno de ellos de mostrarle el trabajo que ha hecho sobre unas extrañas cenizas, que Stephen sospecha que son los restos de la Nosferatu asesinada dos semanas antes. Con una buena dosis de persuasión, el científico acepta darle las cenizas, después de todo ya no le sirven para nada.
Sin nada más que hacer en el laboratorio, y bastante escamados por la extraña conducta del Sir Andrew, nuestros héroes deciden salir del Real Colegio de Ciencias, y esperar que Sir Andrew salga para seguirlo. Se instalan en un carruaje en frente de la entrada y deciden esperar allí la salida del sabio.
Miesntras esperan, Dedalus intenta comprender algo de las fichas con agujeritos, invocando Correspondencia y Mente, y no consigue nada más que una sensación de miedo y una frase en su cabeza: ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn.
Cuando cae la noche, los cuatro Magos se hartan de esperar. Una pequeña expedición furtiva muestra luz en el laboratorio, así que los cuatro deciden que Sir Andrew quizás va a dormir en el laboratorio, y en vez de perder más tiempo, parten rumbo a los muelles para hablar con Alain Stilthon, Primogénito de los Nosferatu de Londres...
Los Muelles de Londres
Como explicado en el artículo sobre los Muelles, la zona portuaria se extiende alrededor del Canary Wharf actual, en el East End, y son un hervidero de almacenes, talleres barcos y trabajadores.
Los Muelles de Londres
En el centro de los Muelles hay un barrio que los Magos sensatos prefieren a evitar, sobre todo por las noches: la Isla de los Perros, el cuartel general de los Nosferatu de Londres.
Antaño la Isla de los Perros era un terreno pantanose y abandonado, pero la expansión de Londres ha acabado tragándosela y adosándola a los muelles. En la Isla de los Perros están los Muelles de las Indias Occidentales, del Sur y de Midwall. Cada uno de esos muelles tiene al lado, por supuesto, almacenes, las viviendas de los trabajadores del muelle, bares de mala reputación, casas de opio...
Nuestros héroes se bajan del carruaje a la entrada de la Isla de los Perros, porque el cochero no quiere adentrarse allí de noche. No sabiendo muy bien qué hacer y cómo encontrar al Nosferatu, los cuatro Magos se pasean por el malfamado distrito cuando son rodeados por cinco estibadores en busca de gresca. No parece que sea algo fortuito, sobre todo cuando sacan navajas e incluso un revolver.
Haciendo uso de sus habilidades mágicas y de la fuerza bruta, nuestros héroes acaban rápidamente con los asaltantes, dejando cuatrop de ellos muertos en el suelo, y interrogando al quinto, con la mezcla habitual de amenazas, persuasión y efectos de Mente. El pobre asaltante fracasado no sabe mucho, aparte que una persona embozada le s pagó para que los eliminara. El efecto de Mente permite a nuestros héroes ver la imagen de un Gabrielita, lo que les sorprende poco dado que ya habían visto a otro miembro de la Orden del Pensamiento Puro en las visiones de Whitechapel uno de los días anteriores.
Y la sesión termina con nuestros héroes sentados en la acera, pensando cómo van a hacer para encontrar al Nosferatu y esperar un día resolver este misterio que se vuelve más espeso cada día.