Tinieblas en Whitechapel: sesión 4

Nuestros héroes empiezan esta 4a sesión errando en la Isla de los Perros, tras un altercado rápido y brutal con unos estibadores. Su objetivo era entrar en contacto con el Primogénito de los Nosferatu de Londres, Alain Stilthon, pero no sabían nada de él aparte de que la Isla de los Perros era su feudo.

Jimmy el Feo

Los 4 Magos deciden simplemente vagabundear por la Isla de los Perros, diciéndose que el Nosferatu seguramente sabe ya qué están allí y que tarde o temprano vendrá a buscarles.

La apuesta les sale bien, porque al cabo de un rato un mendigo desarrapado se acerca a ellos, y en un momento hace un gesto y los cuatro le ven como realmente es: una criatura infernal, como una especie de gárgola viviente, deforme, cubierto de pústulas, y con unos ojos amarillos brillantes que vivirán para siempre en las pesadillas de nuestros héroes.

Jimmy el Feo
Jimmy el Feo

Se trata de Jimmy el Feo, uno de los hombres de mano de Alain Stilthon. Pide a los cuatro Magos que le sigan, y se introduce en un callejón. Cuando nuestros héroes le siguen, abre una tapa de alcantarilla y se desliza hacia dentro, seguido por los cuatro Magos.

Las alcantarillas bajo los Muelles

El alcantarillado es uno de los grandes avances urbanísticos del Londres victoriano. Hasta hace unos años, la mayor parte lo los desagües iban directamente al Támesis, que era casi una cloaca a cielo abierto. Con los veranos calurosos y húmedos, el río se convertía en un nido de bacterias, y las epidemias de cólera eran moneda corriente en la ciudad.

Este problema llegó a su apogeo en el verano de 1858, en lo que se conoce como el Gran Hedor, donde el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al Támesis hizo que el centro de Londres fuera casi inhabitable.

Alcantarillas

En los años 1860 se construyó la red de alcantarillado, que cambió completamente la vida cotidiana de los londinenses.

Todas estas consideraciones pasaron por las cabezas de nuestros héroes, cuando seguían al Nosferatu en los amplios túneles de las alcantarillas bajo los muelles.

Alcantarillas

Es un auténtico laberinto, hediondo y lleno de ratas. Después de los que les parece un paseo particularmente largo, los 4 Magos y su guía llegan a una gran cámara con un depósito de aguas residuales cubierto por una plataforma de madera sobre la que el Primogénito Nosferatu a construido su corte.

Alain Stilthon

El Primogénito de los Nosferatu de Londres es Alain Stilthon. Poco se sabe del origen de Stilthon, pero desde hace un veintena de años lidera sin discusión a las Ratas de Cloaca, y tiene la reputación de ser uno de los miembros mejor informados de la Camarilla londinense.

Alain Stilthon, Líder de los Nosferatu de Londres
Alain Stilthon, Líder de los Nosferatu de Londres

Con la cara medio escondida tras una máscara, cual Fantasma de la Ópera y vestido con ropas elegantes pero raídas y pasadas de moda desde hace más de veinte años, Stilthon juega bien los estereotipos del Nosferatu. Sabe que su apariencia hace que muchos tengan tendencia a subestimarle, lo que ha él le viene muy bien, cuánto más le subestimen menos se darán cuenta del auténtico poder e influencia del Primogénito de los Nosferatu londinenses.

El Primogénito está acompañado por una Nosferatu alta y delgada, con un porte señorial aunque que ni siquiera su aspecto de cadaver en semi descomposición consigue anular. Se trata de Anya Jaffer, guardaespaldas y maestra de los espías de la corte del Señor de las Ratas.

Anya Jaffer, guardaespaldas y maestra de los espías Nosferatu
Anya Jaffer, guardaespaldas y maestra de los espías Nosferatu

El Primogénito Nosferatu trata a los cuatro magos de una manera amigable, y escucha con atención la historia que le cuentan. Se muestra agradablemente sorprendido que nuestros héroes hayan descubierto tanto por ellos mismos y les agradece cuando Dedalus le da las cenizas de la Nosferatu asesinada.

Habla siempre de una manera un poco misteriosa, con enigmas, frases sin terminar e implícitos varios, pero confirma todo lo que ya saben.

Empieza contándoles sobre John Lewis, el Verbena que Lord Haley sospechaba de estar detrás de los crímenes. Les explica que Lewis es un estudioso de los rituales mágicos de la Antigüedad, especializado en los sacrificios humanos, pero desde el punto de vista de un estudioso. Y añade que ha desaparecido desde hace un mes, como alguien que se esconde, no como alguien que planea una serie de crímenes… Les dice también que si quieren verle, un paseo por cierto bosquecillo en el centro de Hyde Park podría ser una buena idea.

También les habla de un erudito Toreador, William Nelson, que compartía con Lewis la pasión por los rituales mágicos antiguos, y que también, como por casualidad, lleva más de un mes desaparecido. Aunque en este caso, si quieren saber algo más, les aconseja hablar con otro Toreador, el Profesor Holden, historiador que pasa la mayor parte de las noches en la Biblioteca del Museo Británico. O quizás con el Primogénito de los Toreaderes de Londres, el célebre abogado y coleccionista de arte Edward Barin, aunqueles previene que no se fíen de él...

Y para acabar les cuenta que otra persona que podría saber algo est el Primogénito de los Malkavian, el alienista Abraham Mellow, que trabaja en el Hospital Real de Bethlem, más conocido como Bedlam.

Nuestros héroes anotan todos esos nombres, y se disponen a partir cuando Stilthon les habla, como quien no quiere la cosa, del Metro de Londres, esa maravilla arquitectónica que está cambiando la vida de los londinenses.

—Imaginen —les cuenta—, unos túneles que atraviesan la ciudad, bajo tierra muy lejos del Sol. Parece el sueño de unn vampiro, ¿no?. Y sin embargo ningún Vampiro se aventura en esos túneles por la noche, ¿por qué sera?

Plano del Metro de Londres
Plano del Metro de Londres

—Además —sigue diciendo enseñándoles un plano del Metro—, es muy curioso, en el plano original del metro había una estación entre Liverpool Street y Aldgate, en pleno corazón de Whitechapel. Los túneles se cavaron, todo estaba listo, y sin embargo como véis, esa estación oficialmente no existe...

—Oficialmente —continúa—, porque si se busca bien, esa estación existe... Tanto esfuerzo por ocultarla, parece raro, no créen...

Y diciéndo esto, marca con un lápiz rojo los túneles y la hipotética estación.

Plano del Metro de Londres - Estación escondida
Plano del Metro de Londres - Estación escondida

Y tras este enigmático inciso, Stilthon les desea buena suerte, y les dice que si le necesitan pueden volver a verle, pero que es hora de partir.

Un merecido descanso

Tras esta conversación nuestros héroes salen de las alcantarillas con más preguntas que respuestas y sin saber muy bien que hacer, así deciden volver a casa de Lady Ada para consultarlo con la almohada.

La casa de Lady Ada
La casa de Lady Ada

Tras un buen baño para eliminar los efluvios de alcantarilla y unas horas de sueño, los cuatro Magos se despiertan justo a tiempo para otro de los maravillosos desayunos de Marie, la doncella francesa de Lady Ada. Café caliente, té en abundancia y una colina de croisanes, pastas y otros bollitos.

Los desayunos de Marie
Los desayunos de Marie

Entre bocado y bocado, los investigadores intentan establecer un plan de acción. Para aprovechar el tiempo al máximo, deciden dividirse en dos grupos: Dedalus y Lady Ada se quedarán en la casa estudiando el plano del metro que les dio Stilthon, mientras que Hightower y el Doctor irán a Central Park para intentar localizar e interrogar a Lewis. Y todo eso rapidamente, porque después habrá que ir pensando en colarse en el Museo Británico por la noche para hablar con el Profesor Holden...

En el corazón de Hyde Park

Después del copioso desayuno, el Capitán Hightower y el Dr. Ascort parten rumbo a Hyde Park.

Hyde Park es el mayor de los cuatro parques reales, que forman una cadena desde el Palacio de Kensington hasta el Palacio de Buckingham. Aparte de ser uno de los pulmones verdes del Londres victoriano, el parque es también un punto de realización de discursos y debates libres, sobre todo alrededor del Speakers' Corner.

Hyde Park
Hyde Park

Nuestros dos héroes se alejan poco a poco de los transitados senderos del parque, y se internan en la espesura del centro del parque. Poco a poco comienzan a sentir algo raro, una sensación sútil de desagrado que, si no fuera porque saben lo que están buscando, les empujaría a seguir el paseo por otro lado. Cuanto más se acercan del bosquecillo del que el Nosferatu les había hablado, más potente es esa sensación que Hightower reconoce como un Efecto de Mente particularmente fuerte.

Hyde Park
Hyde Park

Llegados al corazón del parque, Hightower utiliza su Foco de alcohol, virtiendo unas gotas de ginebra en sus ojos para despertar su visión espiritual. Fuerte de ese Efecto de Mente y Espíritu, el capitán es capaz de ver a John Lewis, que se esconde en el bosquecillo desde hace más de un mes.

John Lewis es el prototipo del druida victoriano: grande, con una enorme barba blanca, vestido con una túnica de color indefinido, y con una dudosa noción de higiene corporal.

Parece atemorizado de la presencia de los dos Magos, pero una buena dosis de persuasión de la parte del Capitán, apoyado por la lógica infalible del Doctor hacen que capitule y acepte hablarles.

John Lewis
John Lewis

Poco a poco, Lewis les cuenta como hace unos meses, un alto cargo del Concilio de las Tradiciones se acercó a él con un montón de preguntas sobre los rituales de invocación de la Antigüedad. Al principio no se dudó de nada, tomó eso como una sana curiosidad, pero las preguntas se volvieron más y más insistentes, detalladas y extrañas, hasta que un día el hechicero pidió a Lewis que le ayudara a reproducir uno de esos rituales... incluyendo la parte de sacrificio humano.

Lewis rechazó ayudarle, pero comprendió rápidamente que la cosa no iba a pararse ahí, así que decidió esconderse hasta que todo pasara, y desde entonces ha estado viviendo en el corazón de Hyde Park.

La sorpresa de Hightower y Ascort es mayúscula cuando Lewis desvela la identidad del alto cargo del Concilio: se trata ni más ni menos que de Lord Haley, líder de la Orden de Hermes, y la persona que ha recurrido a nuestros héroes para resolver el asesinato de Whitechapel.

Mientras tanto en casa de Lady Ada

Dedalus y Lady Ada deciden trabajar juntos para estudiar el plano. Los dos son adeptos de Correspondencia, aunque cada uno a su manera. Y al cabo de un rato, entre danzas y trances de un lado y ecuaciones, dibujos y meditación del otro, una sombría intuición comienza a tomar forma.

Un metro no sierve solamente para viajar en el espacio, sino que también es un viaje en el tiempo. Las grandes ciudades están construidas por capas, cada nueva era construye sobre la precedente, y los túneles del metro atraviesan esas capas

Y al mismo tiempo que toman consciencia de esa dimensión espacio-temporal del metro, Ada y Stephen se dan cuenta también que el Metro de Londres, sus estaciones (incluyendo la estación perdida de Whitechapel) se sobrepone con un poderoso conjunto de líneas telúricas que recorre la ciudad. Y lo que es casi peor, que la Catedral de Carne de sus visiones parece también anclada sobre el mismo plano, con el altar sobre la estación perdida de Whitechapel.

Mientras meditan sobre las implicaciones de todo esto, el Capitán Hightower y el Dr. Acott vuelven de Hyde Park, justo a tiempo de cambiar impresiones antes de preparar la etapa siguente: la expedición al Museo Británico.

La biblioteca del Museo

El primer obstáculo es logístico: si quieren hablar con el Profesor Holden, nuestros héroes van a tener que quedarse en la biblioteca del Museo hasta la noche, bastante más tarde que la hora oficial del cierre del Museo.

Biblioteca del Museo Británico
Biblioteca del Museo Británico

Los Magos deciden ir al Museo directamente, bastante antes el cierre y, cuando la gente comienza a irse, se esconden en una esquina de una de las salas dedicadas a Egipto, y aplican un Efecto de Mente para no ser vistos por el guardia que pasa para asugurarse que no queda ningún visitante.

Y cuando cae la noche, nuestros héroes entran en la majestuosa biblioteca del Museo Británico.

Biblioteca del Museo Británico
Biblioteca del Museo Británico

Allí, en la énorme sala de lectura circular, se encuentra el Profesor Holden. Con un poco de mano izquierda, los investigadores se ganan la confianza del vampiro, que les confirma que su amigo William Nelson desapareció hace un mes, pero que cuando empezó a investigar para encontrarle, recibió presiones de la parte del Primogénito, Edward Barin, para que parara inmediatamente su búsqueda.

No sabe nada más, aparte de que Lewis y Nelson eran los mejores expertos en rituales antiguos.

—Ah, no se si es importante —dice casi ausentemente Holden—, pero hace unos meses Holden fue a Bedlam, a hablar con el Primogénito Malkavian, a propósito de un paciente del hospital, que hablaba súbitamente varias lenguas antiguas (Hebreom, Arameo, Griego Clásico...) y que daba detalles ocuros sobre los rituales sangrientos casi olvidados.

El resto de la conversación no enseña mucho más a nuestros héroes, aparte de une confirmación del trazado del Metro y de la estación perdida de Whitechapel, gracias a los planes originales que se encontraban en la Biblioteca.