Tinieblas en Whitechapel: sesión 5
Tras hablar con el Profesor Holden, nuestros héroes salen del Museo Británico con bastante discrección, y deciden volver a su cuartel general en casa de Lady Ada para intentar descansar un poco. El día ha sido largo y sobre todo confuso, esperaban encontrar respuestas y han acabado con más preguntas que con las que comenzaron.
¿Es Lord Haley una marioneta de alguien (o de algo)? ¿Donde está William Nelson y por qué los Toreadores no quieren que aparezca? ¿Quién es el extraño paciente de Bedlam y por qué sabe tanto de antiguos rituales olvidados? ¿Qué pasa en el Metro por la noche, y qué pasó avec la planeada estación de Whitechapel?
Con estas y otras preguntas en la cabeza, y el cansancio acumulado, los cuatro Magos se sumergen en un sueño profundo pero desasosegado, del que se despiertan, una vez más, con el aroma del desayuno de Marie...
Los desayunos de Marie
Es el jueves por la mañana, y los cuatro investigadores sienten la presión del viernes que se acerca, saben que si quieren evitar otro crimen van a tener que actuar rápidamente, y que no les queda mucho margen de error.
Rememorándose la jornada precedente, llegan a la conclusión de que intentar encontrar a Nelson va a llevarles demasiado tiempo, y que lo mismo pasa con todo intento de saber más sobre el estado de Lord Haley o de Sir Andrew. Así que les quedan dos pistas importantes que explorar: el paciente de Bedlam y la estación perdida de Whitechapel.
Visto que el Metro durante el día está muy frecuentado, deciden empezar por el Hospital Real de Bethlem, más conocido como Bedlam...
Así que ni cortos ni perezosos, los cuatro héroes paran un carruaje y se dirigen al temido hospital psiquiátrico.
Hospital Real de Bethlem
El priorato de St Mary de Bethlehem se fundó en 1247, para ocuparse de los enfermos sin recursos. Construido sobre lo que ahora es la estación de Liverpool Street, el Hospital de Bethlehem (que los londinenses abreviaron en Bethlem, pronunciado Bedlam) acogió a los enfermos sin recursos hasta 1676.
Plano mostrando el antiguo hospital de Bethlem, par Franciscus Hogenberg 1559 © Museum of London
Casi desde el principio, los monjes del hospital aceptaron pacientes con síntomas de enfermedades mentales, y ya hacia el año 1400 la mayoría de los pacientes era considerados lunáticos (como se les llamaba entonces). Y así nació la primera (y más siniestra) institución mental de Inglaterra.
Plano de Moorfields en 1676, con el nuevo Hospital de Bethlem
En 1678 el hospital se mudó a Moorfields, y en 1815 cambio de sede una vez m´s para instalarse en St George's Fields, en Southwark, al sur del Támesis, donde sigue en la época en la que se pasa esta aventura.
Hospital de Bethlem en St George's Fields, en los años 1830s
Los pacientes del hospital eran en general gente sin recursos y marginalizados, cuyos problemas mentales les hacían ser considerados peligrosos. La terapia del hospital, durante sigos, fue una mezcla de castigo y devoción religiosa: cadenas, esposas, candados y cerraduras, castigos corporales, aislamiento y mucha penitencia, todo con el objetivo de que el paciente recuperara la cordura...
Nuestros héroes tienen esta historia siniestra en la cabeza mientras su carruaje se acerca al hospital. Con el edificio delante, el plan no les parece tan sólido como delante del desayuno en casa de Lady Ada. ¿Qué van a decir? ¿Cómo obtener las informaciones sin despertar sospechas?
Rápidamente elaboran un plan osado, la excusa será un cierto pariente de Lady Ada que sufriría un mal parecido al del extraño paciente del que han oído hablar: xenoglosia, obsesión con rituales arcanos, impresión de revivir vidas precedentes... Lady Ada hara la mujer frágil e impresionable, muy perocupada por su pariente, el capitán Hightower asumirá su papel, el Doctor Ascort se hará pasar por el médico de la familia que será el enlace entre la familia Hamilton-Heynes y el hospital, y Dedalus sera un amigo íntimo de la familia.
Hospital de Bethlem
Los cuatro llegan al hall del hospital, donde una enfermera corpulenta y con cara de pocos amigos les pregunta qué desean. Hightower y Ascort explican la historia, pero la enfermera no parece muy sensible a sus argumentos... al menos hasta que Hightower le habla de la substancial contribución financiera que la familia Hamilton-Heynes hará al hospital para agradecerles por intentar sanar a la víctima.
Con la perspectica de la contribución, la enfermera cambia de actitud y propone llamar al asistente del doctor Mellow (que sólo trabaja de noche...), el Dr. Arthur Barley.
Enfermera de Bedlam
Después de unos minutos en la sala de espera, ven llegar al Dr. Barley. Joven rubio y muy pálido, con aspecto tímido, el asistente de Abraham Mellow escucha atentivamente la historia, bien agrementada por los llantos de Lady Ada. Ascort le explica que un colega le ha hablado del caso que el Dr. Mellow ha atendido, porque los supuestos síntomas del pariente de Lady Ada son parecidos a los de ese paciente. El Dr. Barley confirma que los síntomas que describen son parecidos a los de ese paciente, del que nunca supieron oficialmente el nombre, así que le llamaron John Doe.
Ascort intenta convencer al Dr. Barley de que les deje echar un vistazo al dossier de John Doe, pero el doctor insiste que no puede hacerlo, por razones de secreto médico, y les sugiere que traigan al pariente de Lady Ada.
Visto que la situación parece bloqueada, Dedalus decide coger al toro por los cuernos y hacer un pequeño Efecto de Mente para que el doctor Barley vea a Ascort como una figura paternal. El Efecto funciona casi mejor que previsto, y la actitud de Barley cambia radicalmente y, de manera casi sumisa, da a Ascort el dossier de John Doe.
El dosier médico de John Doe explica que el paciente llegó a Bedlam por su propio pie, contando que había perdido la memoria, que no sabía quién era, y que tenía visiones en las que se veía en un pasado lejano. El paciente atrajo el interés del Dr. Mellow, y fue ingresado en Bedlam hace unos seis meses.
Dosier médico de John Doe
El estado del paciente empeoró rápidamente. Según el dosier, a los pocos días dejó de hablar inglés y pasó a hablar latín clásico, y más tarde griego clásico, y una serie de lenguajes para los que el Dr. Mellow llamó a varios lingüistas que los identificaron como hebreo, persa, arameo y lo que podría ser sumerio. Y en todos esos lenguajes, John Doe habla de los mismos temas: rituales arcanos, invocaciones de criaturas de fuera de este mundo y sacrificios humanos.
Y fue en ese momento que el Dr. Mellow llamó a William Nelson, especialista reconocido en esas materias. Las conclusiones de Nelson no están incluidas en el dosier, pero según las notas que quedan, Nelson estuvo muy sorprendido de la exactitud histórica de los rituales de los que hablabla Doe. Una tal exactitud que la mayoría de expertos académicos con años de experiencia no podrían igualar.
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